Descubre cómo el Laboratorio de Emissions se encarga de medir el consumo y emisiones de vehículos en el banco de pruebas

descubre como el laboratorio de emissions se encarga de medir el consumo y emisiones de vehiculos en el banco de pruebas

El Laboratorio de Control de Emisiones Gaseosas Vehiculares, ubicado en el Instituto Nacional del Agua en Ezeiza, es el banco de pruebas elegido para medir el consumo y emisiones de los vehículos. En el proceso de prueba, los vehículos deben ser adecuados a los parámetros del ensayo y a las condiciones de temperatura y ambiente.

Tabla de Contenidos
  1. El contexto: la importancia de medir emisiones y consumo de vehículos
  2. El Laboratorio de Control de Emisiones Gaseosas Vehiculares
  3. El proceso de prueba: cómo se hace
  4. El vehículo en el banco de pruebas
  5. Instalar los sensores y equipamiento
  6. La maceración del vehículo: para qué y cómo
  7. Proceso de medida y análisis de datos
  8. Medición del consumo y emisiones: los resultados
  9. Conclusión
  10. Nuestros favoritos

El contexto: la importancia de medir emisiones y consumo de vehículos

El proceso de medir el consumo y emisiones de vehículos es fundamental para garantizar la seguridad ambiental y la eficiencia energética. Los vehículos contienen componentes que emiten gases de efecto invernadero y contaminantes que afectan negativamente el medio ambiente. Al mismo tiempo, la eficiencia energética juega un papel importante en la reducción del consumo de combustible y el ahorro de recursos naturales.

El Laboratorio de Control de Emisiones Gaseosas Vehiculares

El Laboratorio de Control de Emisiones Gaseosas Vehiculares, ubicado en el Instituto Nacional del Agua en Ezeiza, es el banco de pruebas utilizado para medir el consumo y emisiones de vehículos. El proceso de prueba comienza un día antes con la maceración del vehículo, que dura un día completo y tiene como objetivo adecuar el vehículo a los parámetros del ensayo y a las condiciones de temperatura y ambiente.

El proceso de prueba: cómo se hace

El proceso de prueba comienza un día antes con la maceración del vehículo, que dura un día completo y tiene como objetivo adecuar el vehículo a los parámetros del ensayo y a las condiciones de temperatura y ambiente.

El vehículo en el banco de pruebas

El proceso de prueba comienza un día antes con la maceración del vehículo, que dura un día completo y tiene como objetivo adecuar el vehículo a los parámetros del ensayo y a las condiciones de temperatura y ambiente.

Instalar los sensores y equipamiento

Al día siguiente, el vehículo se instala en el dinamómetro y se conectan los elementos necesarios, como sensores, colector de gases y corriente. Lo primero que se instala es el dinamómetro, una plataforma que simula la carretera y permite controlar la velocidad y el régimen del motor. Luego, se conectan los sensores que miden parámetros como la velocidad, el régimen del motor, la carga del motor, la presión de los neumáticos y la temperatura del aire y del agua del motor.

La maceración del vehículo: para qué y cómo

El proceso de maceración del vehículo tiene como objetivo adecuar el vehículo a los parámetros del ensayo y a las condiciones de temperatura y ambiente. Esta maceración dura un día completo y tiene como objetivo eliminar cualquier posibles efectos del transporte o uso previo del vehículo en los resultados del ensayo.

Proceso de medida y análisis de datos

Una vez que el vehículo está aislado y los sensores conectados, el proceso de medida comienza en el dinamómetro. El ingeniero Julio Vasallo, responsable de certificación y homologación, activa la unidad y el vehículo comienza a moverse a una velocidad constante y controlada. Durante este proceso, los sensores miden las emisiones de gases, como monóxido de carbono, óxido nitrogenoso y partículas en suspensión, mientras que la unidad de referencia mide el consumo de combustible.

Medición del consumo y emisiones: los resultados

El proceso de prueba comienza un día antes con la maceración del vehículo, que dura un día completo y tiene como objetivo adecuar el vehículo a los parámetros del ensayo y a las condiciones de temperatura y ambiente.

Conclusión

El Laboratorio de Control de Emisiones Gaseosas Vehiculares ha sido un lugar clave en la evaluación del impacto ambiental de los vehículos en el país. A través del proceso de ensayo, se han podido establecer patrones y normas para garantizar el mínimo impacto en el medio ambiente. Sin lugar a dudas, es fundamental seguir promoviendo y mejorando la tecnología para reducir la huella de carbono y alcanzar objetivos de sostenibilidad.

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